Habitación 716 Mitch Hewer

-Realmente ni yo mismo lo sé, una de las veces decirte que tenías miedo, otra no lo sé y ahora besarte.-dije encogiéndome de hombros.-Duerme si quieres.-dije y le acaricié el pelo.

- Pero mis cachetadas realmente te las merecías... al menos en mi opinión. - dije, con una leve sonrisa. Lo miré y dije: - A veces quisiera ver el futuro, ¿sabes? Porque quisiera saber que será de mi mañana, dado que probablemente o no recuerde nada de esto, o no quiera recordarlo. - dije, no sin cierta vergüenza. Todo era tan difícil... ya fuera porque yo lo hiciese difícil, o porque simplemente no merecía que fuese fácil. Además de qué ni yo misma sabía que era lo que quería... si quedarme junto a él o seguir mi vida, fuera de todos los problemas, como había sido hasta hacía unos días. Fuera de todo problema visible para alguien más, porque aún después de todo, a veces estando sola no podía hacer otra cosa que recordar, pero siempre había preferido sufrirlo sola... Cerré mis ojos y a medida que el sueño me vencía, disfrutaba de sus caricias sobre mi pelo.

Me reí.
-Vale,soy culpable.-le dije alzando con levedaz las manos.-Si, eso sería lo mejor...-dije, quizás si hubiese visto el futuro nunca la hubiese dañado.-Sería genial si pudiese saber si querrás olvidarme, entonces me iría y todo sería más fácil para ambos, pero no lo sé y no sé si debo irme o quedarme.

Escuché sus palabras, y aún con los ojos cerrados respondí: - Quisiera saberlo yo también, pero no puedo. - En realidad, ya sabía que no lo olvidaría, pero decirle que aún lo amaba no era una opción. Esta vez el valor no me era suficiente para arriesgarme. Tomé una rápida decisión en mi mente, y decidí ponerla en práctica luego de la fiesta de Navidad, o quizás antes.

La observé mientras se dormía, en calma y estricto silencio, como si nada la perturbarse...como si nada hubiese sucedido. Nuevamente me sentí culpable de haberla engañado y nuevamente supe el por que todo había terminado así. Me levanté del borde de la cama y nuevamente me senté en el sillón de cuero negro, observándola desde allí.
-Buenas noches.-susurré.

- Gracias. - respondí, en un susurro casi inaudible. Me di vuelta, y comencé a llorar silenciosamente, hasta que me dormí.

Al cabo de un rato pareció quedarse dormida, me levanté y acercándome al otro extremo de la cama me tumbé en él y también me cubrí con las sábanas, mientras apagaba las luces de la habitación y todo quedaba tan solo iluminado por la luz del cielo estrellado y despejado de aquella noche además de las inmensas luces de la ciudad de L.A. Me giré para mirarla hasta que cerré mis ojos un instante.

Luego de una intranquila noche, desperté y abrí mis ojos con lentitud, mientras un brillante sol inundaba la hermosa habitación. Luego de unos minutos, ya mas despierta, me di cuenta de que tenía un terrible dolor de cabeza. Me removí en mi lugar y observé a Mitch, mientras añoraba los dias en que despertaba abrazada a él, y de cuánto extrañaba eso. Decidí no despertarlo, y me levanté silenciosamente, fui hasta el baño, y me lavé mi cara, arreglé un poco el pelo y comencé a buscar mis tacones, mientras luchaba con mi cabeza.

Una luz brillante inundó la habitación y dió en mis ojos, haciéndome abrirlos con lentitud, mientras me incorporaba con levedaz y frotaba mis ojos con una mano. Giré mi rostro y observé con cansancio que Megan no estaba ya a mi lado, miré desconcertado a ambos lados buscándola la encontré buscando algo. Aún era temprano.
-Oye...no quiero ser entrometido pero...¿qué haces?-le dije.

-Emm... - titubeé, nerviosa. - Estoy buscando mis tacones, así me voy. - respondí, mientras miraba a mi alrededor.

La miré revolviendo mi pelo.
-¿Tacones?-le dije, lo cierto era que a esas horas no me daba cuenta ni de lo que decía, hablaba arrastrando las palabras, soñoliento.-¿Ya te vas?

- ¿Acaso te parece que estoy en condiciones de quedarme? - pregunté.

OFF: Me voy un rato y luego vuelvo, no te vayas xD

La miré aún soñoliento, mientras bostezaba y me dejaba caer de nuevo hacia atras para tumbarme en la cama.
-Yo no te veo nada malo.-semi reí.

- No... realmente debo irme. - suspiré. - Además, nuestra tregua ya terminó, es de día. - sonreí, con algo de tristeza aún, me puse los tacones y simplemente caminé hacia la puerta, sintiéndome incapaz de decirle adiós.

Me incorporé nuevamente como un autómata, era cierto, era de día.
-Pero, eso no tiene por que importar, te propongo una tregua de un día más.-dije mordiéndome el labio inferior.

- Realmente no lo soportaría... Lo siento, ya me voy. - sin decirle a donde iría realmente. Abri la puerta, lo miré una última vez y me fui.

Escuché su respuesta y mi sonrisa se desvaneció. Abrió la puerta y se fue, yo me quedé allí, de nuevo solo y confuso.

Estaba en el hotel y me habia enterado de que Mitch estaba en el mismo hotel y averigue el numero de la habitacion, Vestia un short y una remera, hacia bastante calor ese dia, toque la puerta esperando que abriera

Escuché que alguien llamaba a la puerta y justo acababa de salir de la ducha, así que con tan solo unos pantalones y el torso al descubierto mentras revolvía mi pelo me encaminé a la puerta y abrí para ver de quien se trataba.
-¡Meagh!, que sorpresa.-le dije con una sonrisa.

Escuche la puerta abrirse y salio Mitch al verlo sin remera quede que sexy estaba, tartamudeando dije-Ho..Hola Mitch-Dije trabandome mientras moví la cabeza bruscamente cuando me doy cuenta que estaba ruborizada-Mm..que tal-Sonreí como pude

Me quedé de piedra cuando la vi y mis ojos se abrieron como platos, observando en unos instantes confuso la expresión que tomaba su rostro y un color rojizo en sus mejillas, bajando la mirada hacia mi y dándome cuenta de la razón, sin embargo ya era tarde, ya había abierto la puerta. La miré algo sonrojado también.
-E-estoy bien, ¿y tú?, ¿qué...que haces aquí?-dije sonriendo aunque algo nervioso y avergonzado por la siuación, ¿a quién se le ocurría abrir la puerta asi?, a Hewer, ¿quién si no?

-Bien..Eh No lo se solo me entere que estabas aca y vine-Sonrei por suerte ya no tartamudeaba bueh ya lo habia visto sin remera una vez cuando eramos chicos pero ahora?ahora tenia un cuerpo que te mataba-Puedo entrar?-Sonrei

Asentí con la cabeza algo avergonzado por la situación,y miré la puerta,luego me hice a un lado.
-Claro, pasa, lo siento, tendría que haberte dejado entrar ya hace un rato.-me disculpé y tras cerrar la puerta tras ella me adentré en el cuarto y recorrí con la mirada todo buscando una camisa.-Siento el desorden.-me disculpé, hacia poco que había despertado.