Por fin... [David H.]

Habia estado de viaje por motivos profesionales, pero David ya estaba de vuelta en Los Ángeles. Habiamos quedado en vernos en el cine aquella noche, para estar un rato juntos. Estaba deseando verle, ya que le había extrañado demasiado en el tiempo en el que no habíamos estado juntos. Me senté sobre un muro y esperé.

Llegué al cine después de haber estado de viaje. Había acordado en encontrarme con Lali. La extrañaba muchísimo y necesitaba verla. Estaba recorriendo el cine con la mirada y no la encontraba.
- Oh, ¿Dónde se habrá metido? - me dije para mí mismo en voz alta. Volví a mirarla y la vi sentada en un muro. Me acerqué por la espalda y le tapé los ojos. - ¿Quién soy?

Cuando me taparon los ojos por detrás el corazón me dio un vuelco. "Al fin" pensé mientras ponía mis manos sobre las suyas. Sabía perfectamente que era él. Su olor, su tacto y el echo de que habíamos quedado allí, me lo decían todo. Sonreí divertida. -Qué se yo... ¿Brad Pitt?-. Bromeé

- Acertaste - dije bromeando - O quizás alguien más al que deseabas ver. - Le destapé los ojos y la di vuelta, quedando cara a cara. - Hola hermosa.

Cuando me destapó los ojos le miré sonriendo, y no pude evitar abrazarle. Comencé a besar todo su rostro, sin quitar la sonrisa de mis labios. -Sin duda sos alguen mejor que Brad Pitt-. Murmuré mirándole, para después dar un suave beso en sus labios.

Me encantaba cuando me decía aquellas cosas. Me hacía sentir realmente especial. Pasé mis manos por su cuello y le di pequeños besos en los labios. -Yo también te extrañé... estube mucho tiempo sin tus besos-. No había sido tanto tiempo, nada más que un mes, pero era suficiente como para no querer separarme de él por mucho tiempo. Acaricié su mejilla con dulzura

Para ser una sala de películas de terror, lo nuestro se alejaba mucho de éso. Había pasado ya un mes desde que nos habíamos separado y ya había sido mucho tiempo sin ella. Volví a besarla una y otra vez mientras miraba sus hermosos ojos. Tan hermosos como ella, claro aunque nada era más hermoso que ella. Levanté la mirada y le dí un suave beso en la frente. Cerre los ojos.
- Te amo... - le dije suavemente.

Era algo realmente especial, estar allí con él y sentir lo que sentía. Le abracé con fuerza cuando dijo aquellas dos palabras, las cuales estaba deseando escuchar desde que se marchó. Besé sus labios con dulzura, para poco después separarme unos centimetros y mirar sus ojos con infinito amor. -Yo también te amo a vos, cariño-. Murmuré entre dientes, para después volver a besar sus labios con dulzura.