En la Playa (Cam)

Me gustaba la soledad, para mi era un regalo. Sabía que con aquel frío no habría mucha gente en la playa, y si la había sería tan loca como yo. Iba pensando en mis cosas, con las manos en los bolsillos por el frío que hacía y de pronto alguien me pisó un pie. No me dolió demasiado, pero la chica se disculpó igual, al alzar la mirada hacia ella reconocí que era Taylor. -¿Desde cuando se le pide perdón a un amigo por pisarle?-. Pregunté mientras le sonreía de forma divertida

Sonreí con más diversión cuando dijo aquello y torcí la cabeza en forma de afirmación. Escuché su pregunta y comencé a caminar por la playa, esperando que ella me siguiera. -No tan mal ahora... ¿Y tú rubita?-. Devolví la pregunta

Seguía con las manos en los bolsillos, las cuales aún estando ahí seguían entumecidas. Escuché su pregunta y solté una pequeña risa. -Sabes mejor que nadie lo loco que estoy rubia-. Contesté mientras la sonreía de lado. Para alguien que no me conociera, esa sonrisa le parecería un coqueteo, pero ella que si me conocía, sabía perfectamente que era mi forma de sonreir.

Me reí cuando se cruzó de brazos y me paré frente a ella, casi pegados. -¿Celosa rubita? Sabes que eres a la única que quiero-. Comenté mirandola

-¿No estás segura ya?-. Pregunté mientras me acercaba más. Sinceramente Taylor era la única chica que había llegado a tocarme el corazón, pero por alguna razón no podíamos estar juntos. La sonrei con picardía y sin decir nada más junté mis labios con los suyos, como tantas veces atrás

Le alcé la mirada y suspiré. -Yo nunca te partí el corazón Taylor... y lo sabes... pero está bien, no haré nada que no quieras-. Murmuré alzando las manos y alejandome de ella un poco

-No eres ninguna idiota, y tranquila, no hay nada que perdonar, respetaré tus decisiones-. Agarré su mano y comencé a caminar de nuevo por la playa. Pocos minutos después la miré intentando estar normal, como antes. -¿Vives en Los Ángeles?-.

Me paré de nuevo y la miré. -Te diría que te decidieras... porque me estás haciendo un lio-. Sonreí mirandola

-A ver si te entiendo... tú me quieres pero tienes miedo de que venga otra y yo ya no te quiera a ti... ¿es así?-. Pregunté un poco confundido

-Claro que nunca dejaré de quererte Tay-. Dije mirandola con la misma sonrisa anterior. -Eres mi rubita ¿no?-. Bromeé después mientras la abrazaba -Te propongo algo... no hay nada entre nosotros hasta que tú estés completamente segura de mi... ¿vale?-. pregunté, no quería estropear nuestra amistad ahora, más valía dar un tiempo

-Me refiero... a que no podemos estar juntos... pero si quieres algún beso solo pídelo-. Rei medio en broma, aunque era cierto, nunca le negaría un beso a ella

-Sería beso de... nosé Taylor... tú siempre me has dicho que soy tu amor platónico y que entre nosotros no podía aver nada, entonces me he echo a la idea de que algo pasa conmigo para que no quieras que estemos juntos-. Al fin dije todo lo que pensaba. Ella me había dicho aquello en muchas ocasiones, y siempre nos habiamos mantenido como amigos con derechos...

-Lo se..y...si te digo que ya no pienso igual que antes Me creerias?-dije mirandolo

-Si te creo, pero no lo entiendo... ¿Por qué antes no y ahora si?-. Pregunté

-Tranquila. y no eres tonta-. La abracé -Seremos amigos hasta que te enamores de mi y yo de ti ¿vale?-.

Justo cuando iba a responderla, me besó. Nunca había podido rechazar un beso suyo, por lo tanto lo seguí mientras en mi mente sus palabras hacían eco. ¿En serio había dicho aquello?